Colección de escritos. Escribir para publicar.

Taller 1
"Entrar en"

Se debe escribir lo primero que se piense sobre un escenario escogido aleatoriamene. FIRST THOUGHTS.

SIGLO XIX
Se firmaron papeles, se hicieron concesiones, se soltaron algunos, otros sólo agradecían a Dios Macúa por haber escuchado sus súplicas. Ya no eran pertenencia de nadie, ya podían levantar la frente y aclamar su libertad.

1941
Mi padre empezó a guardar su dinero con rapidez, el anillo de mi madre lo guardó en el revés de su chaleco, apagó el radio y se dio la bendición y nos abrazó. Mi hermano y yo no comprendíamos qué sucedía. Dibujó en una servilleta una estrella de David y salió a la calle a esperar su suerte.

LA CIUDAD
Tantos ojos iguales, tantos pasos, tanto de lo mismo. Hay muchos colores, una pantalla gigante que anuncia las noticias sobre un país remoto que sólo se asocia con guerra; Colombia. Y ahí me vi sola, en un lugar donde me miran extraño, en donde mi baile y mis ojos son diferentes, en donde soy occidental y nada más.

BAR
El olor a humo de cigarrillo fue lo primero que noté. Hombres y mujeres envueltos en máscaras que sólo desean una noche, sólo una para sentirse hermosos, satisfechos, sensuales. Copas, velas, alcohol y muchas ganas de sexo. Sólo por una noche, al ritmo de cualquier canción en cualquier baño.

LA CASA
Al entrar, no tuve que quitarme los zapatos como en las de otros amigos. Mis pies se ensuciaban con el piso, las paredes exhalaban polvo, había un sólo cuarto y ahí dormían día y noche María y su familia. Había una caja de cartón en una esquina del cuarto, esa era la esquina de María, donde escribía todo aquello que no podía decir.

TRABAJO
Sé que debe estar furioso. Me escapé de este chuzo que sólo me acuerda el fracaso que soy. Estoy cansada, me duele la cadera y la boca, ya no quiero oir más frases de amor ni de lujuria, no quiero recibir más copas de frutas y ya no quiero oir más promesas. Me cansé de vender, ahora quiero comprar.

LA GUERRA
Prendí el que sabía sería mi último cigarro. Contemplé los cuerpos de mis soldados, recordé las viudas y los niños, recordé las canciones y las armas. Todo era lodo y más lodo, y mis tímpanos no soportaban un misil más. Lo fumé, sentí cómo el humo llegaba a mis pulmones, luego, cogí el revolver y dejé de ver tanto dolor.

RIO DE JANEIRO
Desde niñas las enseñan a mover los pies y las caderas, a sonreir y a amar la samba. Les enseñan a ver la vida en rojos, amarillos y verdes, pasteles y dorados. Les enseñan a amar el carnaval.

FUTURO
Compramos el ejemplar x385, se supone que cocina, salta, canta y hace todo lo que le digamos.



CLASE: ESCRIBIR PARA PUBLICAR
TUTOR: Miguel Mendoza

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