¿Dónde has estado?

 No lo sé muy bien. 

Han pasado casi 4 años desde que no escribo aquí, así, a mí. 

En 2019 salí de la casa de mis papás, de mi hermana y de mi abuela. Salí como lo había prometido, antes de los 30. Mucha pasión, camas diferentes, manos y bocas y sexo. Absolutamente ausente. No parar, no parar. No parar de viajar, de escribir, de organizar, de ... no sé qué. No dormir, levantarme como si cada noche hubiera pequeños sismos en mi cama. Mi corazón alertándome que algo no estaba bien. Pero yo estaba enfocada en trabajar, en mi carrera, en el próximo peldaño, en respaldar una causa, en apoyar un proceso, en administrar egos. El amor no se veía cerca. Ritmo frenético.

En 2020 pasaron muchas cosas. Vi escrito en un papel la palabra "depresión severa", y otro tanto de cosas asociadas al estrés laboral (faltaba mucho tiempo para entender que sí era estrés, pero no sólo era estrés laboral...-el camino se ve largo hacia atrás y a la vez diminuto-). Conocí a F. Vino una pandemia. Nos encerraron. El susto profundo de ser inadecuada, de estar enferma, de no servir. Vino la renuncia al trabajo más importante -creía yo- de mi vida. Perdí muchos amigos. Desconfié de todo, de todos. Desconfié de mí. Me volví chiquitica. Levantar la mano mil veces para que me vieran, para no ahogarme. 

--- En medio de todo, un pensamiento que me paralizó: ¿y si me muero?---

Y sobreviví la pandemia. Y sigo sobreviviendo a la depresión (eso será otro capítulo para escribir entero). 

Y el amor se hizo enorme (ese también es otro capítulo para todas las vidas). 

Y 2021 vino con la renuncia definitiva. Con un crecimiento definitivo. Con una soledad rara. La soledad que deja ya no estar cerca al poder. Seguro pasaron varias cosas más en este año, pero mi memoria no logra recordar bien. Y así llegaron 2022 y 2023 supongo.

Hoy me tomé la foto para la visa de Estados Unidos. 10 años después. Mi papá me manda la foto de esa primera vez que pedimos la visa. Mi expresión ha cambiado, mis ojos muestran varias cosas. Me vi distinta, porque la vida ha sido muy distinta. Vi cómo la vida ha pasado en mi sonrisa. Se ha embolatado, y ha vuelto. Me he rescatado, me han rescatado. 

Leo mi último post de 2019 y no me reconozco. Mi tristeza no inició en 2020 definitivamente...

Comentarios

Entradas populares