Inicio

Hoy eres mi presente. Nos ha costado. Sí. Traemos mucho equipaje. Y pesa. Pesan las veces que nos han roto y las veces que hemos quebrado a otros. Pesan las veces que se han ido, y otras tantas que hemos decidido nosotros cerrar las puertas. Con llave. Tratando de no mirar atrás.

Llegaste a un corazón generoso. Llegaste a unas manos abiertas. Llegaste a una mente inquieta. Sólo te pido que cuides todo eso. Que cuides cuanto quieras de mí, que me consientas y que bailes conmigo. Que me abraces fuerte cuando necesite ser niña en este mundo apretado de adultos. Te necesito presente, no me hagas sentir sola estando contigo. No vale la pena.

Quiero que esto sea tan fuerte como ambos queramos. Que tengamos la capacidad de entendernos, de querernos, de abrazarnos. No te pido que me prometas nada. Ni que te quedes para siempre. La relatividad acompaña cada relación, cada beso y cada momento. Nos persiguen las percepciones y mucho del pasado de cada uno. Pero hoy te pido nos cuidemos y nos queramos fuerte.

Antójame. Tantas veces como sea posible.
Cómeme. Estamos juntos.
Cógeme la mano al caminar. Hoy somos dos.
Mírame. Descúbreme. Mírame más.
Siénteme. Con las manos, con la mente, con el corazón.

No tenemos certezas de nada. Lo sé.
Hemos aprendido muchas cosas con otros. Es el momento de aprender de esto que empezamos juntos. Acompáñame en mis torpezas, en mis rarezas.

Quiero creer firmemente en que llegaste a mi vida con varios propósitos. Quédate cuanto quieras, cuidando siempre de no herirnos, de no hacernos sentir que la vulnerabilidad es de débiles. Muéstrate.

Te quiero. Feliz inicio.
N.

Comentarios

Entradas populares